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 | Por Steve y Bridget Patton

Ella dice: Nuestro matrimonio pasa a un segundo plano por pasar el rato con los chicos

Nuestro matrimonio debe ser una prioridad, pero siento que pasa a un segundo plano. En su tiempo libre, lo pasa con los chicos: bebidas los viernes, después del trabajo, y deportes los sábados. Siento como si para los domingos me quedaran las sobras.

 

Él dice: Quiero mantener a mis amigos y a mi esposa

Esto es lo que siempre he hecho los fines de semana y no sé por qué debería cambiar, solo porque estamos casados. Esto no significa que nuestro matrimonio no sea una prioridad: estoy en casa todas las noches de la semana.

Es genial que cada uno de ustedes quiera dar prioridad a su matrimonio. Para empezar, comprenda qué es lo que está priorizando.

Cuando ustedes dos dijeron “Sí, quiero”, crearon algo que no estaba allí un segundo antes. Previo a ese momento, eran solo ustedes dos, como personas solteras, cada una cuidando de “mí” y, confiamos en ello, también de “tú”. Pero cuando se casaron, no solo recibieron el sacramento del matrimonio, se convirtieron en esa unión de “una sola carne”. (Mt 19: 5.) En otras palabras, crearon y prometieron cuidar de un tercer ser nuevo y vivo: “nosotros”.

“Nosotros” es algo más grande que simplemente “tú” más “yo”. Cuidar de “nosotros” significa que cada uno de ustedes ya no se asegurará de que se satisfagan “mis necesidades” y “tus necesidades”, sino también, y lo que es más importante, “nuestras necesidades”.

Su disputa por pasar tiempo juntos, en lugar de pasarlo con sus amigos, puede ilustrar esta distinción.

Primero, sepa que priorizar su matrimonio y, por lo tanto, sus “nuestras necesidades”, no es una simple cuestión de pasar tanto tiempo juntos como sea posible. Por supuesto, el tiempo cuenta, pero piense más en optimizarlo con los demás, en vez de maximizarlo. Por ejemplo, esposo, pregúntese: ¿pasar una hora (o 10) lejos de su esposa, con sus amigos hombres, lo hace, en general, más o menos emocionalmente disponible para ella y su matrimonio? Y piense en esto: ¿Qué tal si la lleva consigo? ¿Eso afectaría su estilo? Sea honesto: ¿todavía hay un “hombre soltero” persistiendo en usted? Si es así, no le está ayudando a nutrirnos de “nosotros”.

Hay otro aspecto a considerar. En algunas culturas, los hombres pasan gran parte de su trabajo y tiempo libre con otros hombres, al igual que las mujeres con otras mujeres. Esto no los hace peores o mejores esposos, esposas, padres y madres, necesariamente. No existen normas universales absolutas para el tiempo óptimo de pareja. Cada matrimonio es único.

Pero existe esta verdad universal: Cuando te casas, creas y te conviertes en parte de algo nuevo y diferente. Para priorizarlo, cada uno tendrá que hacer cambios. Pero la buena noticia es que, si cada uno pone “nosotros” antes que “yo”, en el proceso y a largo plazo, satisfacerá necesidades que ni siquiera sabía que tenía.


Steve y Bridget Patton tienen maestrías en teología y consejería, también sirven como ministros de vida familiar en la Diócesis de Sacramento.