Como catequista del programa de educación religiosa conocido como la Catequesis del Buen Pastor, decidí incorporar en nuestro hogar algunas de las ideas de este método basado en Montessori para la formación de niños en la fe católica.

¿Cuál es la base de este método? Los niños pueden construir una relación con Jesús, el Buen Pastor, desde una edad temprana. Aprenden haciendo, no siendo enseñados.

Los niños pequeños pueden escuchar la historia del Buen Pastor de las Escrituras (Evangelio de Juan, capítulo 10) y reflexionar sobre su mensaje.

Reúnanse alrededor de una mesa de oración familiar con una Biblia y una vela encendida, a continuación explíquele al niño que las palabras que escuchará son especiales. Lentamente lean el pasaje, luego mediten las palabras juntos, con preguntas como: “¿Qué escucharon en estas palabras? ¿Qué hace el pastor por sus ovejas? ¿Quién es este Buen Pastor?”

Permitir que los niños escuchen las palabras de las Escrituras y mediten en oración en ellas es una forma clave de sentar las bases para el desarrollo espiritual de un niño. Tal vez los hermanos menores podrían jugar con un pequeño cordero de juguete o un animal de peluche, si son demasiado pequeños para escuchar. Los niños mayores podrían reflexionar sobre el pasaje después de la lectura haciendo un dibujo de un pastor y sus ovejas.

Formar a nuestros hijos en la fe es nuestro trabajo más importante como padres. Entonces, además de enseñar a los niños las oraciones de nuestra Iglesia, anímenlos a conocer al Buen Pastor de manera apropiada a su edad. Cuando quieran estar cerca del Buen Pastor, seguirá su deseo de participar en la Misa, el tiempo de oración y otras actividades religiosas.