Permanezcan unidos

El conflicto conduce a la incoherencia, por lo que ser un frente unido y coherente para nuestros hijos es muy importante. Enviamos una señal fuerte cuando nuestros hijos nos ven trabajar juntos y apoyarnos mutuamente. Guarde los desacuerdos sobre la crianza para un momento en que los niños no estén cerca. Recen juntos para obtener sabiduría en los momentos difíciles de la crianza.

Observen a los maestros

Estén atentos a las grandes crianzas.

Si hay una familia que ha criado o está criando a unos hijos estupendos, hagan preguntas, mantengan una conversación con ellos y empápense de su sabiduría. Recen sobre cómo pueden aplicarla a su crianza.  

Recuerden el objetivo

Recuerden, estamos en el negocio de criar santos, y complacer a todo el mundo no forma parte de esa misión. No tenemos que complacer a nuestros padres ni impresionar a otras personas. Cuando la gente le diga cómo criar a sus hijos, escuche sus opiniones, llévelas a la oración, hable con su cónyuge y haga lo que sea mejor para los santos que está criando.

Vuelvan al principio

La paternidad puede ser difícil y consumirlo todo, así que vuelva a menudo a aquel de quien se enamoró primero. Los matrimonios necesitan nutrirse para mantener el amor fuerte, porque la paternidad requiere amor, trabajo en equipo y sacrificio. Pasen tiempo juntos y dividan su tiempo de cita en dos secciones. Primera parte: Tengan una conversación sobre su relación como padres; tómense tiempo para hablar de cualquier cosa que sea necesario compartir sobre los niños. Segunda parte: Las tareas difíciles se realizan mejor con alguien con quien se disfruta, así que hablen, ríanse, hagan planes y sueñen con cualquier cosa, menos con los niños. Asegúrense de disfrutar el uno del otro.