Importaciones irlandesas invaluables
San Patricio y Pan de soda
San Patricio y Pan de soda
Algunas veces al año, generalmente antes de la fiesta de San Patricio, el maravilloso aroma del pan de soda irlandés llena nuestra casa. Mi hija lo ha estado haciendo desde que aprendió a hornear, porque es muy fácil y usa pocos ingredientes.
Algunas veces al año, generalmente antes de la fiesta de San Patricio, el maravilloso aroma del pan de soda irlandés llena nuestra casa. Mi hija lo ha estado haciendo desde que aprendió a hornear, porque es muy fácil y usa pocos ingredientes.
Si bien el pan de soda a menudo se atribuye al país de Irlanda, no se originó allí. Los nativos americanos fueron los primeros en ser documentados usando ceniza de perla, una forma natural de soda, derivada de la ceniza de madera, para fermentar sus panes. Este proceso se descubrió más tarde, cuando se introdujo el bicarbonato de sodio en el Reino Unido, en la década de 1830.
Esta primera forma de bicarbonato de sodio, combinada con otros ingredientes básicos como sal, harina de trigo blando y leche agria, fue una solución asequible en Irlanda, un país pobre donde la hambruna se estaba convirtiendo en un problema cada vez mayor. Esto hizo que el pan de rápida preparación fuera una necesidad absoluta y se convirtió en parte de la identidad culinaria de dicho país.
Entonces, es lógico que el pan de soda irlandés sea un alimento básico en el Día de San Patricio. Así como este es un ícono culinario adoptado en Irlanda, su santo patrón tampoco era originario de Irlanda. Se desconoce la ubicación exacta, pero nació en Escocia o Gales, cuando era controlado por los romanos, alrededor del año 390. Además, fue hijo de un diácono cristiano y su esposa. Es probable que Patricio fuera de ascendencia romana, ya que su padre también era un oficial del ejército romano-británico. Durante su juventud vivió muy cómodamente y no era religioso, pero un giro imprevisible de los acontecimientos lo cambió todo. A los 16 años fue capturado por piratas irlandeses para ser vendido como esclavo. Fue encarcelado y obligado a trabajar como pastor, a lo largo de seis años. Durante este tiempo tuvo una conversión y pasó la mayor parte de su tiempo en oración. Eventualmente escapó y regresó con su familia, pero recibió una visión en un sueño que lo llamó nuevamente a una Irlanda pagana y hostil, para difundir las Buenas Nuevas.
Así que, mientras celebra la vida de San Patricio en este mes de marzo -una parte de la cultura irlandesa que fue adaptada y se ha popularizado tan bien-, considere hornear un poco de pan de soda, ¡una receta simple que disfrutamos todos los años!
Michelle DiFranco es diseñadora y madre ocupada de tres hijos.
Pan de soda Irlandés
(una versión más dulce)
- 4 tazas de harina para todo uso (y más para la superficie)
- 4 cucharadas de azúcar (y más para espolvorear)
- 1 cucharadita de bicarbonato de sodio
- 1 cucharadita de sal
- 5 cucharadas de mantequilla cortada en cubos pequeños (o rallada mientras está fría)
- 1 huevo (batido)
- 1 ¾ tazas de suero de leche (frío)
- 1 cucharadita de ralladura de limón o naranja Meyer
Precaliente el horno a 375° y cubra una bandeja para hornear con papel pergamino. Batir el huevo, suero de leche y ralladura de limón o naranja en un tazón pequeño y dejar a un lado. Combine la harina, sal, azúcar y bicarbonato de sodio en un tazón grande para mezclar. Usando un tenedor, corte la mantequilla en pequeños trozos (usar los dedos también servirá). Agregue la mezcla de suero de leche/huevo y revuelva gradualmente hasta que se integren.
Usando las manos enharinadas, amasar ligeramente la masa y darle forma de bola, sin trabajarla demasiado sobre una superficie llena de harina. La masa debe tener una apariencia rugosa, en lugar de suave y elástica. Transfiérala cuidadosamente al centro de la bandeja para hornear. Con un cuchillo, marque una cruz en la parte superior y espolvoree una cucharadita de azúcar.
Hornea durante unos 45-55 minutos o hasta que esté dorada por encima y al pinchar con un palillo, este salga limpio. Es posible que desee cubrir con papel de aluminio durante los últimos 10 minutos para evitar que se hornee demasiado en el exterior. Pasar a una rejilla y dejar enfriar un poco antes de rebanar. ¡Es delicioso servido tibio y cubierto con mantequilla o conservas de frutas!
